Quesada, Tiscar, Pozo Alcón y el Arte.
- La Ardilla Viajera
- 13 sept 2020
- 4 Min. de lectura
En la Ruta de hoy viernes desde muy temprano masticaba el contraste con el que me iba a encontrar en la jornada.
Sigo fiel a mis condiciones y no voy más allá de los cuatro o cinco objetivos o ideas que me marco cada vez que salgo de ruta. Procuro ser yo el que descubre, que sea el camino y el viaje el que se pegue a mí piel y hacer este ejercicio de memoria, no por nada ni por nadie, simplemente apuntar y recordar aquello que viví y sentí con ilusión.
Lo dijo un buen amigo hace años:
"Que los lugares pasen por ti y no al revés. Que no seas tú quién pase por ellos."
Esa es la forma de viajar, de conocer, y de aprender.
La carretera de Tiscar llevaba tiempo rondándome desde que las dos ruedas entraron en la cochera de mí casa. Y Zabaleta y Miguel Hernandez los tenía revoloteando en el corazón.
Ya estoy en Quesada.
Ya estoy en el Museo Rafael Zabaleta.
Ya se han alineado a las 10:00 de la mañana un par de estrellas en esta galaxia que me ronda la cabeza.
Mi sorpresa del día fue Rosa Valiente, Directora del Museo y la predisposición sin objeción alguna a una entrevista/guía en este Museo.
(aquí os dejo un pequeño detalle de esa entrevista, y al final de este vidéoblog la podéis ver completa. No dejéis de verla. Sin duda alguna es un pilar básico de la defensa, el fomento y el compromiso con el importantisimo patrimonio artísticocultural que se arremolina en el interior de este Museo)
No me cansaré de agradecer el recibimiento y la atención por parte de la Directora del Museo a este humilde buscador de historias.
Con el corazón repleto la sombra de un parque y un café me muestra la huella que el pintor dejó en este municipio donde no me cabe duda es cuna de musas e inspiración.
Quesada es agua, montaña, campiña, ayer y mañana. Una ventana abierta a un sueño a un mito, a una leyenda.
Los píes en el suelo, y la cabeza danzando entre pinceles y versos,
Busco un recuerdo. Busco una carretera que hace años me llevaba por un asfalto acribillado donde la montaña se metía dentro de esta carretera y que el suplicio se volvía aventura cada vez que circulaba por ella.
Hoy esta carretera es una delicia. De terciopelo, con suaves curvas e inmensos paisajes que te llevan sin darte cuenta a ese contraste de colores formas y texturas.
Siempre os recomendaré Quesada-Tiscar-Pozo Alcón para disfrutas del Patrimonio Natural a bordo de las dos ruedas.
Paro en Tiscar. Dejo su Castillo y su altura para otro día y busco el Santuario de La Virgen de Tiscar (Virgen de la Montaña) para ver la remodelación que se le hizo a este pequeño santuario y que alberga una delas romerías más importantes de esta zona.
A Rafael Zabaleta, Miguel Hernandez y Lorca, se le unió Antonio Machado, otra vez de nuevo los latidos de mí corazón sonaban melódicos.
El enclave y entorno natural regocija los sentidos. El fresco sobre el altar y la pila bautismal nos muestra el más bello arte religioso en este santuario recogido y austero donde la piedra es la aliada perfecta para abrazar a la pequeña escultura de esta Virgen que tanta devoción dispensa.
En el mismo lugar está La Cueva del Agua, es otro de mis objetivos, y espero que el vuestro también.
En la primavera del 2019 fue declarado por la Junta de Andalucía Monumento Natural por la Red de Espacios Protegidos.
El viernes no tenía agua la Cueva, pero sí compañeros venidos desde Cabra (Córdoba) que dormían en Úbeda y estaban conociendo estos parajes en su motocicleta.
Y en su interior. Nuevos amigos que desde Navarra visitaban esta tierra a los que esa tarde les aconsejé donde ir y que ellos agradecieron.
Sigo camino, sigo aquel viejo recuerdo de una carretera que me llevó a casi treinta años atrás y que del mullido pinar me lleva ahora por esta revirada carretera de montaña hasta la frontera de un desierto el cual empiezo a pisar y donde estaré parte de la tarde ya.
Jaén por fortuna tiene de todo, y hay que saber apreciar más allá de lo que nuestros ojos ven. Estoy en la zona más al sureste de la provincia y limita con Granada y Almería.
El avituallamiento fue en la localidad de Pozo Alcón.
Humilde y repleto. Un menú que alimentó mi estomago sin más decorados y atrezzos que agradecí por su calidad, respeto y servicio, y mínimo precio.
De Pozo Alcón hasta el Embalse de la Bolera hay una recta de 6 km, y otra vez sale el verde pino y alimenta mi vista.
Contrastes, colores, palabras al viento y tajos que rompen el relieve, y en lo hondo, la escasa agua fluye de forma controlada y ya hace falta que llueva joder.
Al fondo la Sierra de Castril. a la derecha Granada y Almería, y a la izquierda la Sierra de Cazorla.
Regreso por una carretera nueva para mí. Aunque parezca extraño, así es. 97 municipios tiene esta provincia, y creo que más de 80 conozco, aún me falta algunos, pero los conoceré todos.
Ahora tocaba divertirse conduciendo. Ya llevaba todo el día, pero esto es un tramo de carreteras nuevas para mi. Y bien que la disfruté.
Desde Pozo Alcón me fui a Jodar por Hinojares y Huesa, y el resto es el sabroso pan nuestro de cada día.
Termino la jornada tomando un café en el garito más motero de la provincia y saludando a un amigo que llevaba algún tiempo sin ver.
Ambos llegamos a la misma conclusión: este virus es una mierda y estamos fritos por abrazarnos y quitarnos estos tapabocas. Habrá que remar un poco más entre todos.
Regreso a casa con el sol casi poniendose en el horizonte y mi cabeza oyendo a Miguel Hernandez a los The Rolling Stones, sorprendido por Los Sueños de Quesada y esa época oscura de Rafael Zabaleta, y soñando que conduzco esa espectacular Lambretta por las carreteras que hoy he traído.
No dejes de viajar. No dejes de aprender, No dejes de emocionarte, No dejes de disfrutar.
Jaén Paraíso Interior Motero...
La Ardilla Viajera
Aquí os dejo la entrevista entera en el Museo Zabaleta.
Espectacular.
Gracias a la Directora Rosa Valiente
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