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La Bañeza siempre.

  • Foto del escritor: La Ardilla Viajera
    La Ardilla Viajera
  • 17 ago 2021
  • 10 Min. de lectura

El pasado 6,7 y 8 de agosto fuimos a La Bañeza.


En un nuevo fin de semana de actividades y de encuentro motero, el Moto Club Bañezano en su programa de actos, ofreció este evento donde el mototúrismo y el motoviaje fue la pieza principal de estas jornadas en la "Ciudad de la Moto".


Nos inscribimos días antes, cogí libreta y bolígrafo, y como buen aprendiz que soy, me lancé de cabeza para aprender todo lo que pudiera de aquel evento. No es de extrañar que el mototúrismo y el motoviaje es parte fundamental de la novel Asociación La Ardilla Vuelve.




Pero alto..!!

Antes de seguir, hay que ser justos y poner en valor algo tan importante (o más si cabe) en este fin de semana: El Mototúrismo y la compañía, y el encuentro con amigos moteros de La Ardilla.


José Antonio, Ardillero del "Comando Martos" que me acompaña en esta excursión, sugiere, como buen tragakilómetros que es, hacer un pequeño desvío para ver una zona del mapa de este país que no conocíamos y matar así dos o tres pájaros de un tiro.

Es lógico, que si nos mueve el mototúrismo y el motoviaje pues nos desviemos un tanto en kilómetros y horas de nuestro destino, ya que nuestro destino es viajar en moto y conocer lugares nuevos. Y además con el aliciente de ser acompañados por un amigo que ya nos espera para mostrarnos gustosamente esos lugares ignotos para nosotros.

Fue un placer abrazarme con Antonio Purasangre. Más de un año llevaba hablando y planeando proyectos por RRSS con este motero de pro que ese día no dudó un instante en acompañarnos durante un rato (+ de 200 km) para mostrarnos esos territorios que tanto frecuenta él y que nos enseñó con tanta pasión.

En Alcaracejos (Córdoba) fue el café con tostadas de jamón y el abrazo, y en Guadalupe (Cáceres) el punto y seguido a esa ruta y a ese abrazo.

Surfeamos las gráciles carreteras de la sierra norte de Córdoba hasta adentrarnos en la provincia de Badajoz primero, y en la Cáceres de seguido.

Entramos en La Siberia extremeña, menuda imagen. Un latifundio de alfombra rubia con olor a polvo, tierra seca, ovino y los vestigios del cereal cortado hace un mes. Esta imagen y olor lo cubre todo durante muchos kilómetros. Muchos kilómetros y mucho tiempo contemplando y siendo parte de una estepa solitaria y muda. Solo el vuelo de algún buitre leonado rompe la espectacular monotonía del tiempo en este páramo. Respiro, suspiro y sigo el compás que marca la moto en cabeza mientras me delito de tan magnifica imagen.

Al fondo, la cima de la montaña se rompe por las torres de un castillo. Se trata de la Fortaleza de Puebla de Alcocer, a su pies, como un mar, el embalse de La Serena. El pantano más grande de España.

Las tranquilas olas de esta carretera nos lleva de bruces hasta la pared del castillo por uno de los puentes que atraviesa este pantano y nos mete de pleno en una excepcional ínsula que se llama La Tetita de La Serena, una singular pirámide solitaria en mitad de un horizonte rubio con ojos azules.

Fotos y rápido a las motos que vamos muy tarde.

La carretera pasa por la cola de otro magnifico embalse. El embalse de Orellana nos saluda en casi una agonía, hace que no llueve y se nota. Pido al cielo agua, siempre le pido al cielo agua, mi tierra y esta se parecen como hermanos mellizos.

Me sorprende mucho el Geoparque de Villuerca Ibores Jara. Lo apunto en mi libreta de apuntar cosas importantes, la tengo casi llena ya esa libreta, y muchas cosas me quedan por visitar aún. No me importa llenar otra libreta con cosas importantes que ver y estar mientras sea capaz de ver y estar en esas cosas importantes que estoy apuntando.

En aquel cruce de camino en lo alto del Geoparque se cumplió una de las premisas del motoviaje: tú no mandas en el viaje, el viaje te lleva.

Llegamos al municipio de Guadalupe y vamos muy tarde, y nos es imposible adentrarnos en el, o mejor dicho, nos es imposible que ese lugar se adentre en nosotros (malditas horas del reloj), lo vemos de lejos y su constitución es magnifica con esa iglesia y la arquitectura de las casas que la rodean. Anotado también en mi peculiar libreta.

Despedida tras un abrazo sentido con el bueno de Antonio que aún le queda otros 200 km de regreso y nos conjuramos para otra nueva ruta, otra nueva charla, y otros nuevos proyectos.

Gracias Antonio por regalarnos tú tiempo.




De Guadalupe a Navalmoral de la Mata y cogemos la anodina autovía.

No hay tiempo, esta tarde hay unos ponentes a los que quiero ver y sobretodo oír, así, que mientras llego a Plasencia veo a mi derecha la Sierra de Gredos y no hago nada más que suspirar y otra marca en mi libreta de apuntar cosas importantes.


La autovía Vía de la Plata será nuestra compañera hasta La Bañeza, faltarían días para ver y pararnos en todo los lugares que hemos apuntado.


Ya estamos en La Bañeza, La Ciudad de la Moto



Ya hemos cotejado nuestras inscripciones con la organización y recibido la pulserita y programa. Nos dirigimos al hotel y tras quitarme los kilómetros del cuerpo de un duchazo nos vamos a las ponencias.

Esa tarde de viernes comienza el evento con las intervenciones de Quique Arenas y Alicia Sornosa.


A Quique Arenas lo sigo casi a diario en RRSS. Su revista digital Motoviajeros es sin duda mi revista de cabecera, y en esta ponencia, aparte de fomentar y agradecer a los motoviajeros su labor divulgativa, puso en valor la importancia del mototúrismo, gremio en el que lleva con ahínco años trabajando profesionalmente.

Nos mostró como la Red de Cooperación de Ciudades de la Ruta Vía de la Plata abrazó recientemente al motoviajero como nicho importante de promoción turística de la misma Ruta y la labor que ha desempeñado la Revista Motoviajeros https://motoviajeros.es/ en visibilizar esta ruta desde el punto de vista motero.

La Bañeza es uno de esos treinta y dos municipios asociados a esta Ruta Vía de la Plata y hace hincapié en este hecho para ponderar si cabe más aún a este municipio como Ciudad de la Moto Total.

Nos presentó un vídeo promocional de esta ruta en moto y nos invitó a que viviéramos la experiencia de esta gran Ruta Vía de la Plata en Moto.

En el turno de preguntas se habló de la importancia que los estamentos oficiales tienen para romper el estereotipo burdo que aún pesa sobre el sector motero y abrir así al mototúrismo las puertas para el fomento y disfrute de las poblaciones de este país, país dicho sea de paso mil y una veces, paraíso motero.

Luego, la venta integra de su libro al terminar el acto, fue destinada a una ONG contra el cáncer. Gran gesto señor Arenas.

Por cierto, me encantó su dedicatoria.


Aquí haré mención al señor Roberto Naveiras https://viajoenmoto.com/ que puntual como nosotros ya estaba la tarde del viernes aplicado a lo que en ese evento se exponía.



La segunda ponente de esa tarde de viernes fue Alicia Sornosa.

Acompañada de su Ducati Scramble narró por encima su periplo alrededor del mundo, pero nos mostró y deleitó con su último viaje a Suiza en Moto Eléctrica.

Mujer, motoviajera, (fue la primera mujer de habla hispana en dar la vuelta al mundo en moto y contarlo), ahora con una moto eléctrica, toda una referente en el mundo de la moto la buena de Alicia, y porque no decirlo, una valiente que ha dado un paso adelante en la lucha de la mujer en este mundo de hombres.

Me sorprendió su afabilidad y naturalidad en lo alto y abajo del escenario durante todo el fin de semana.

En el turno de preguntas fue lógico hablar del papel que la mujer está consiguiendo en este mundo motero, más allá de los logros deportivos por pilotas como Laia Sanz o Ana Carrasco que tanto bueno están haciendo para normalizar la presencia de la mujer en la competición, como su respuesta a la presencia, cada día mayor, de la mujer en este mundillo: - Visibilizar y Apoyar - así de contundente fue en su respuesta.

Dar apoyo, mediático o de patrocinio, divulgar y compartir la experiencia la aventura o el motoviaje que alguna mujer esté realizando en estos momentos. Empoderar así a la mujer y sus acciones para normalizar su presencia en este sector. Esas fueron sus premisas al respecto.

Grata sorpresa conocer a Alicia.



La mañana del sábado llegó tarde.

Legó tarde a caso hecho. Desayuno y charla motera con el bueno de Luis.

Luis es un señor de Utrera (Sevilla) que anda por el evento y que al igual que nosotros disfrutamos del fresco natural que nos regala esos lares. Está jubilado y esa Triumph Bonnevielle es la cuarta Triumph que tiene ya. Me reconoció la tarde anterior y entablamos conversación. Se hospeda en mismo hotel que nosotros, ese fin de semana hablamos algunas veces. Ojalá nos sigamos viendo, hablar con gente curtida en años moteros es mi adicción.


Transformamos la magnifica ruta que la organización había diseñado para esa mañana, y aunque íbamos tras sus ruedas desviamos e hicimos alto allí donde queríamos, de este modo rendí un sentido homenaje a un lugar cargado de emoción y rabia para mi.



Nos encontramos con el grueso de la ruta en la parada a mitad del trayecto, pero nos marcamos otro objetivo para esa mañana, y éste objetivo pasaba por saludar de nuevo un lugar muy motero y visitar un monumento gótico que le tenía ganas desde hace mucho tiempo, claro, empapándonos también de su tradición y de su típico barrio "húmedo". Estábamos al lado, no me lo perdonaría no haber realizado esa escapada.









La tarde llegó justa para el siguiente acto en La Bañeza.

La organización, sabiamente, trasladó las ponencias al pabellón deportivo del municipio. Lógico, los conferenciantes acarreaban una gran maleta de seguidores.

El pabellón lleno.




En el escenario de la tarde de ese sábado. Miguel Silvestre y Emilo Scotto.



Miguel Silvestre; Motoviajero y director del programa Diario de un Nómada nos muestra pinceladas del pasado, pero sobretodo, propuestas del futuro.

Su documental Diario de un Nómada volverá a emitirse en octubre en la 2 de TVE, esta vez nos mostrará el viaje que hizo con La Gorda (su motocicleta) que estaba en Rusia y la trajo aquí para su transformación.

Esta moto sería la protagonista de ese fin de semana pues fue su presentación y puesta de largo tras esta transformación tan radical que ha llevado acabo durante este año de pandemia. Se bautizó la nueva Gorda en una ruta off que junto a unos seguidores hicieron desde Madrid hasta La Bañeza.

Miguel en el escenario se muestra tal y como es y cuenta su periplo como si de una conversión de barra de bar se tratara. Miguel no tiene filtro, y te lo cuenta con las entrañas en la mano y su viaje es único.




El colofón final a ese sábado de motoviajeros sonó como a una mascletá, como al fin de año chino o como el 4 de julio yanqui, y todo de la mano del señor Emilio Scotto.

El señor Scotto, curriculum que no voy a narrar aquí, te invito por ello a que busques e indagues en su figura y así flipes con sus actos, sacó el corazón de su pecho, lo dejó en el atril del escenario y se fue atrás a narrarnos el cuento de su vida, a narrarnos el cuento de su viaje infinito.

Sin duda este cuento es el que leemos cada noche antes de echarnos a dormir los soñadores motoviajeros.

Su intervención fue sutil, amable, directa, irónica, sin alardes ni abalorios, emocionante.

El viaje en moto por excelencia. El viaje en moto que siempre quisimos hacer.

Princesa Negra es el nombre de su alma gemela.



Terminamos la velada emocionados aplaudiendo la gesta de este hombre por varios minutos. Todos levantados, nos giramos buscando a esta persona, gritos, silbidos, aplausos sin cesar durante largos minutos. Y él, emocionado también.

Te lo aconsejo, si este señor está narrando su historia cerca de ti, ve a verlo, aunque lo haga en la luna, ve y sumérgete en su mundo, en su viaje. En ese mundo y viaje que tanto añoramos.

Gracias SEÑOR EMILIO SCOTTO por seguir contando su viaje infinito.


El café del domingo no estuvo mal, es más. el café del domingo estuvo genial. Nos visitaron un par de amigos que nos alegraron mucho la mañana.


Ángel (nano) organizador de la IronMotorBiker Andalucía y su mujer Inma estaban por allí pasando unos días de vacaciones y el café del domingo lo echaron con nosotros.

Ese café fue espectacular, no tanto las tostadas o algo para echarnos al estomago. Nos costó trabajo encontrar el desayuno de los campeones mas allá de los churros. Nos sorprendió un tanto la artes culinarias de La Bañeza y eso que rondamos varios bares y restaurantes durante ese fin de semana. Eso de los pinchos y las tostadas no lo tienen bien asimilado. Hasta nos trajeron un juego de cartas, de naipes, cuando les pedimos la carta de raciones.




En fin, más allá de esta anécdota gastronómica las primeras horas de esa mañana transcurría entre charlas, abrazos, fotografías y comentarios sobre lo vivido ese fin de semana.

Mi intención, aún alargando mi vuelta a casa, era la de ver y participar del magnifico acto que esa mañana se iba a producir en el seno del Moto Club Bañezano.

De nuevo en el teatro municipal se preparaba para el acontecimiento del "Hermanamiento entre la TT de la Isla de Man y el GP de Velocidad de la Bañeza" , además con dos padrinos de lujo: el veterano y curtido piloto Benjamín Grau, Raül Torras, único piloto español que participa en tan prestigiosa carrera de la Isla de Man.

Pero..!!, siempre hay un pero. La organización estuvo mal, a mi parecer, en cobrar el acceso a tan prestigioso acto.

Sonarían fanfarrias y trompetas en la plaza mayor de mi pueblo y se harían eco de ello hasta Tumbuctú de semejante hermanamiento si La Ardilla Vuelve se hermanara con tal institución legendaria.

No fue por los 6 euros que conste, el dinero es lo menos me importa, fue, a mi parecer, la falta de delicadeza con los que aún estábamos en la plaza de La Bañeza y alrededores del teatro.

Serán cosas mías, pero estos dos hitos europeos de las carreras de velocidad unidos debiera de haberse hecho a bombo y platillo en la magnifica plaza de La Bañeza que estuvo atiborrada de motocicletas todo el fin de semana.

Pero más allá de esta cuestión, el fin de semana en La Bañeza cumplió ampliamente mis expectativas, y creo que las de mi compañero también.


Abrazos y estrujones y futuras quedadas fue nuestra despedida con unos y otros.

Regreso a Jaén por la insípida autovía de más de 600 km hasta casa, pero no me queda otra, mañana lunes trabajo y ya no me quedan días en el calendario donde agarrarme.


La vuelta con el psicocasco puesto da que pensar y analizar. Y sí, me reafirmo en ese sentimiento y pensamiento que llevo arrastrando desde que fundé esta Asociación, que el mototúrismo y el motoviaje es una puerta que hay que abrir de par en par, y en esta provincia más aún, y trabajar para fomentar todas las vertientes que hagan poner en valor todo el patrimonio que tenemos mostrándolo desde el escaparate del manillar de una motocicleta.


Me despido, no sin antes darles las gracias al bueno de José Antonio, con el cual pasé un gran fin de semana motero.

Salud.




Gasolina y Escarcha..!!

La Ardilla Vuelve


Pedro -wiwi-

Asoci. Mototurística La Ardilla Vuelve








 
 
 

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