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Bubión. Red de Los Pueblos Más Bonitos de España

  • Foto del escritor: La Ardilla Viajera
    La Ardilla Viajera
  • 27 feb 2020
  • 7 Min. de lectura

Bubión, Granada, La Apujarra


La A-44 es una extensión de la conocida A-4 (autovía del Sur) que ataja su recorrido hacia el mediterráneo por Bailén.


Es aquí, en la antigua N-323, donde se aguanta esta autovía y nos traslada hasta el mar mediterráneo. Queda poco ya de aquella conocida Nacional Bailén-Motril.


Esta autovía enhebra dos provincias, Jaén y Granada, y fundamentalmente se puebla de elefantes de 18 ejes que deambulan en este inacabable ir y venir transportando lo que el mar trae y lo que la tierra lleva.

Pero también, por momentos, esta vena circulatoria es un vaso comunicante que rápidamente nos adentra en las diferentes versiones de paraísos que tenemos por estas latitudes. Es por esto, que a una hora escasa de mi casa y a 30 kilómetros del mar, me desvío a la derecha en la salida 164 y salgo de esta A-44 hacia Lanjarón.


Crampones en ristre me “encalomo” hacia la Alpujarra por la comarcal A-348.

Ahora no os voy a enseñar donde está la archiconocida Alpujarra granadina, pero ahí dejo las referencias.

Tránsito por Lanjarón veloz, ni miro, este municipio necesita otro par de días para hablar sobre el, pero hoy tengo otro objetivo.

Llego a Orgiva, y antes de entrar en esta localidad giro a la izquierda.

Ya sí que sí me agarré a esta vía ferrataque es A-4132 que me llevará al interior de la vertiente sur de la Alpujarra.

Mi destino está allí arriba, casi se ve la pared, la verticalidad por la que hay que subir, pensad que venimos de unos 600 metros de altura de la A-44 y hay que subir a más de 1.300 metros en poco más de 30 km.


Ese giro a la izquierda en la rotonda antes de entrar en el pueblo de Orgiva me ofusca un poco. Llevo rato con el rabillo del ojo buscando entre carriles y veredas la “Finca El Velero” protagonista ésta de afamado libro “Entre Limones” de Chris Stewart. Sé qué no está por el camino que traigo, y un día la encontraré y procuraré tener una conversación con este inglés que tan bueno ha hecho para la Alpujarra, además de la relación que tenemos en común con otro compatriota suyo que se quedó éste en la localidad de Frailes (Jaén) cuya historia he comenzado a zurcir hace poco y que pronto os mostraré.


La carretera desde que salgo de la autovía es magnífica, por momentos dan ganas de acelerar y aproximar la rodilla al asfalto lo máximo que se pueda, pero por favor, no lo hagáis, es una carretera muy transitada, con mucha variedad de ocupantes sobre ella: Autocaravanas, viejas furgonetas lentas, ciclistas, panaderos, repartidores muy lanzados, andantes (con bastones, arreando ovejas, paseando, mochila en la espalda buscando un destino), mulos-burros-asnos-caballos (y no por ese orden), y algún que otro motorista. Todos van y todos vienen, y todos suben o todos bajan por este concurrido asfalto, y todo te lo encuentras de repente tras la siguiente curva revirada.


Así que alza tú visera, desacelera, siente el aire fresco besándote las mejillas y disfruta del paraje-paisaje por el que vas.

Huele y oye la Alpujarra. Huele las lumbres que salpican estos días estos barrancos, la humedad en las sombras perennes que hay en la curvas de los desfiladeros. Oye el agua. El agua es sin duda el nexo de unión de esta zona. Las cumbres nevadas de Sierra Nevada se derrite en busca de su amado Mediterráneo y fluye su agua enfilada por estas laderas a fundirse con este mar tan nuestro, tan suyo.

Disfruta de donde estas querido mototurísta, te lo agradecerán los sentidos.

Ya casi llego a mi destino. Aún toca gustosamente escalar algún que otro collado y girar y girar en estas reviradas curvas en esta soleada mañana de invierno con mi vieja Olivia.




Se desliza Olivia tranquila por estas historias. Me transporta liviana Olivia a pesar de la carga. Creo que nos encontramos Olivia y yo en un momento muy oportuno para ambos en nuestras vidas. En la mía seguro, quiero entender que para esta motocicleta también.

Dejo atrás Pampaneira (municipio objetivo de la siguiente ya que también pertenece a la Red de Pueblos Más bonitos de España) es el que nos recibe primero por la carretera que traigo. Claro, está en lo hondo del Barranco de Poqueira, enclave histórico en el cual nos hallamos y están estos tres municipios compartiendo juntos, lugar en el mundo por lado y lugar en La Red de Pueblos Más Bonitos de España por otro.

PAMPANEIRA, BUBIÓN y CAPILEIRA.




Pero hoy vamos a Bubión, tenemos una entrevista con su Alcaldesa la Sra. María del Carmen Pérez Perea que gustosamente se ha ofrecido a mostrarnos su querido pueblo.





Visto uno visto todos”, pensaréis de estos pueblos que salpican la Alpujarra. Pues os equivocáis, y de largo. Cada uno tiene su historia, su rincón, su personalidad. Es como una gran familia, un padre una madre, pero donde los hermanos, los hijos, son totalmente diferentes.

Comparten mucho en común claro está: una orografía particular, unas viviendas uniformes (escrupulosamente encaladas de un blanco cegador, de techo plano, acotadas, pegadas la mayoría unas con otras, agarradas a la pendiente, ubicadas estas en unas laderas imposibles), callejas estrechas y empinadas, piedra y agua, bancales de cultivo, el turismo…, pero han sabido estar unidos y mantenerse firmes en su ADN, en sus formas y costumbres.


Entiendo, viéndolo desde la lejanía y comparándolo con otros destinos turísticos, que son estos bienes en común los que definen esta zona, son este ADN inalterable lo que hace peculiar el enclave y lo que el turista y neófito quiere ver y vivir.

Todos conocemos La Alpujarra y estos municipios mantienen esas normas básicas de autenticidad y trabajan por y para seguir de esta manera.

El turista tiene que agradecer este esfuerzo en estos núcleos, muchas veces estos abandonados y mantenidos por el buen hacer de los vecinos. Serán acciones como esta, introducirse en estas organizaciones y movimientos turísticos los que aportaran ese grado de estabilidad e ilusión en una despoblada vida rural.


Bubión se derrama carretera abajo.


Aparca la moto en la explanada junto al colegio, y desciende entre sus callejuelas hasta la plaza del Ayuntamiento donde se encuentra la iglesia de estilo mudéjar de Nuestra Señora del Rosario.

Cerca está el museo alpujarreño. Entra, no es nada excepcional, simplemente es la verdad de una casa en la alpujarra. Su decoración, su contenido, su mobiliario, es tal cual se vivía hace ya varias décadas, pero es tal cual casi se vive hoy en la casa de al lado.

El señor Juan, aparte de los buenos días, ya me ha ofrecido vino de la tierra que trae en su mano en una vieja botella de cristal verde.



Esta mañana de febrero parece cualquiera del mes de junio, despejada, soleada, se ve el mediterráneo, solo el murmullo callado de un grupo de senderistas ingleses rompe el silencio de las 12:00 h del mediodía. Muchos de estos senderistas están a la sombra de la iglesia en la plaza del ayuntamiento, otros beben agua de la fuente y ojean el mapa abierto como el prospecto gigante de un medicamento. Llevan monitora/guía en esta excursión, pero a quién no le gusta un mapa de papel y una buena guía escrita en tú idioma que marque el camino a seguir. - la verdad, a mí no. A mí con una simple pincelada sobre el lienzo, el resto del dibujo intento hacerlo yo por mi cuenta. Aun a sabiendas que me voy a equivocar mil veces, pero al final intentaré sacar el color ideal que se merece y así aprenderé más y mejor.-

En esas estoy desde La Asociación Mototurística de La Ardilla Vuelve, aprendiendo y mostrando lo mejor que pueda allí donde me lleva el mototúrismo.


En este caso a Bubión, por culpa de una Red donde sitúan a los Pueblos Más Bonitos de España.

Bubión es un “Destino Slow”.

Orgullosa de esto, Mari Carmen, la alcaldesa, me explica que Bubión también pertenece aparte a una red de pueblos/ciudades a nivel mundial denominada Slowcity.

“Lento para vivir mejor” reza en uno de sus lemas de esta Asociación.

Lugares tranquilos, tradicionales pero bien asistidos. Para el turista que huye del turismo de cartón piedra. Lugares para el viajero que gusta de hablar y pararse y que no busca más allá que de un buen atardecer, fuera de ruidos y a mil kilómetros de masificaciones.


Bubión es una increíble “Café Racer” con chasis los 40’ motor reglado de carburación y los mejores componentes de seguridad y viabilidad de hoy en día, envuelta en la mejor pintura.


Este sería el ejemplo real que puedo dar de esta pequeña localidad en mitad del Barraco Poquiera, además es un ejemplo constatado in situ, donde un Renault 4 FS o un furgoneta Sava aparcaban juntas a un Toyota Prius y un Mercedes Clase W o X (por la parte más corta).


200 habitantes nos cuenta la alcaldesa que viven en Bubión, pero en la pequeña terraza donde me tomo una cerveza (la segunda sin alcohol) se habla inglés, alemán, francés y granaino. Y todo el mundo sabe lo que es el salmorejo y la tortilla de patatas. En la pequeña terraza del Bar Restaurante Lo Nuestro, si te sientas mirando hacia arriba se ven las cumbres de Sierra Nevada, si te sientas mirando hacia abajo se ve la serpenteante carretera que traía esta mañana y al fondo el Mar Mediterráneo.




La señora Juana tiene una fuente de agua en la pared de su casa que da a la calle. Y la puerta de su domicilio es un balcón con vista al barranco. Camina tranquila con una jarra de cristal hacia la fuente y me invita a beber primero a mí. Bebo de esa agua, y ya no me hace falta postre en esa tarde. La señora Juana mira a lo lejos y ve que el sol empieza a bajar, suspira. – Con Dios – me saluda y se despide a la misma frase mientras entra por las bajitas puertas de madera de su casa, una casa donde le nace el agua junto a su ventana, una casa donde la hora del día depende del sol y de la luna.



De esta forma tienes que venir y disfrutar en este lugar, olvídate del reloj unas horas, simplemente, siéntate y si puedes hablar con el vecino o vecina que pase por tú lado, hazlo, ellos te contestarán, seguro. Y mira extrañado esos tinaos, esos portales tan típicos de estos pueblos que algunos se engalanan con buganvillas y pensamientos que florecen a poco que les den el sol de este invierno.


Estoy en este peregrinaje por esta Red, La de Los Pueblos Más Bonitos de España. Haciendo aquello por lo que se creó ésta Asociación Mototurística.



Soy novel en estos menesteres, pero muy experimentado en lo que me apasiona y en lo que no. Y me apasiona la motocicleta, viajar, conocer lugares nuevos, y si puede ser, saber transmitirlo.


Si has llegado hasta aquí, gracias ávido lector. Ahora te mostraré la entrevista con la Alcaldesa de Bubión.




Seguiré pronto con los dos pueblos hermanos que flanquean a esta humilde localidad alpujarreña, Capileira y Pampaneira, pero os lo cuento otro día.


Gracias a Bubión, a los trabajadores del Ayuntamiento, y en especial a su Alcaldesa María del Carmen Pérez por su atención.




Gasolina y Escarcha..!!

La Ardilla Vuelve.

 
 
 

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